Al contrario de lo que muchos piensan, hacer automovilismo no es sólo organizar carreras. El automovilismo nace en todos nosotros y sólo nosotros somos capaces de hacerlo posible.
El participante.
Hablamos de la base principal del
automovilismo, ya sea en calidad de piloto o de copiloto. Estos son los
que se dejan el pellejo luchando en pro de sus sueños. Deben existir
para dar comienzo al círculo que seguiremos detallando a continuación.
El organizador.
Ya sean federaciones, clubes privados,
escuderías o asociaciones, son a través de las cuales los participantes
pueden ejercer como tales. Éste también se deja la piel, normalmente de
forma altruista, para que todo salga a pedir de boca. Lógicamente, éste
no puede existir sin el anterior citado.
Patrocinadores.
Fundamental para la parte de
financiación, tanto de participantes, como de organizadores. Éste busca
ver su aporte de publicidad compensado.
Aficionados.
Son el otro pilar fundamental para hacer
automovilismo. Sólo con su asistencia cierran el círculo por el cual
los patrocinadores se aventuran a publicitarse en este tipo de eventos
del motor y así, los participantes y organizadores , disponen de medios
para realizarlos. Aunque la labor del aficionado no queda sólo ahí. El
aficionado contribuye a que se sigan haciendo carreras manteniendo
limpio el entorno, respetando horarios, caravana de seguridad y zonas de
público. De esta forma se consigue que en futuras ediciones haya apoyos
de ayuntamientos, patrocinadores de la zona, subvenciones de
organismos…
El trabajo del aficionado consiste en
madrugar, pasar frío, calor e inclemencias meteorológicas en la cuneta,
dormir en el coche, animar a los participantes y demostrar la calidad
del deporte que tanto nos gusta.
De todos debe salir la forma adecuada de hacer automovilismo, cada uno a su manera.
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