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¿Qué ocurre cuando se junta el cuarto arte (la música) y el séptimo arte (la cinematografía)? Estamos acostumbrados a que esta mezcla dé como resultado el llamado "cine musical" o "musical" a secas. Muestras de ello son películas como 'Grease', 'Los Miserables' o 'El Mago de Oz' para los más clásicos; 'Pesadilla antes de Navidad', 'High School Musical' o gran parte de las películas de dibujos animados de Disney para los más jóvenes. Ah, el cine musical, cuántas veces nos ha hecho tararear en momentos insospechados viejas cancioncillas de nuestra infancia, o cuántas veces hemos intentado emular a John Travolta y Olivia Newton-John o a Zac Efron y Vanessa Hudgens cuando éramos pequeños, y no tan pequeños...
Pero no, la película de la que voy a hablar hoy no va por ese camino. Sí, pero no. 'ill Manors' no es el típico cine musical. Más bien es un drama social ambientado en el East London (un barrio marginal de la metrópoli londinense) donde el tema principal son las drogas, la prostitución y la violencia. Como el día y la noche con lo que contaba con anterioridad, ¿eh?. Pues bien, ¿por qué he introducido antes esta crítica como si fuera a hablar de un musical? Ahora lo vais a saber. Aunque antes os presentaré al artífice.
ill Manors.
Ben Drew (Benjamin Paul Drew) es un músico británico. Su género es el hip hop mezclado, en muchas ocasiones, con el suave y refinado soul. Su primer álbum, 'Who needs actions when you get words' (2006), alcanzó el puesto número 30 en las listas británicas. Pero Plan B, como se le conoce artísticamente, no alcanzaría la fama verdadera hasta 'End credits' (que fue cuando lo conocí gracias a la cadena americana MTV Rocks), tema que saca junto con Chase & Status, que mezcla la guitarra con mucha electrónica.Poco después de esto sacan su, hasta aquel momento, mejor trabajo (para muchos aún lo es). Se trata de un álbum muy singular. 'The defamation of Stricklands Banks' cuenta la historia de un cantante de soul que consigue hacerse famoso, pero que es encarcelado injustamente. El disco supone un vuelco a lo que había hecho antes, ya que ahora Ben Drew mezcla su hip hop con soul y el resultado es simplemente maravilloso. En todo el disco se pueden apreciar ecos de Curtis Mayfield (Writing on the wall), Marvin Gaye (Love goes down) o Smokey Robinson (Traded in my cigarettes). Todo en conjunto hizo que alcanzara el puesto número uno en las listas británicas.
Y, tras este prólogo, por fin llegamos a 'ill Manors'. El álbum sigue la tónica de su predecesor. Cuenta también una historia, pero esta vez es algo más marginal y peliaguda de contar. Y este sí que tiene película.
Comienzan, film y álbum, con 'Im the narrator'. Ben narra las miserias de los barrios bajos de la ciudad, enumerando robos, prostitución y centrándose en la drogadicción del entorno. Después llega 'Drug dealer' que cuenta la historia de Chris, un niño de 9 años que sufre la agresión racista de uno de los clientes de su madre (prostituta). 'Playing with fire' nos presenta a Jake, un niño de barrios bajos que, tras agredir a su propio amigo para que unos chicos le den "hierba", va sumergiéndose poco a poco en el mundo de las bandas callejeras. Mientras, 'Deepest shame' (para mí, uno de los dos mejores temas del disco) se lo dedica a Michelle, una prostituta cuyo único consuelo es la heroína y a quien extorsionan para pagar una deuda de un móvil perdido (no haré spoiler). La única colaboración la encontramos en 'Pity the Plight' (el otro tema), cuya introducción la hace John Cooper Clarke, un poeta británico de renombre nacional. Se trata de un rap a todos los chavales que crecen en la calle, y a la realidad a la que se tienen que enfrentar. En la película aparece el propio John Cooper Clarke recitando, entre otros versos (breves y rápidos, eso sí), la introducción de 'Pity the Plight' en lo que parece ser un bar.
'The runaway' nos presenta a Katya, una inmigrante ilegal que se encuentra sola y embarazada que tiene que recurrir a la prostitución para sobrevivir. Más tarde llega 'Great day for a muder', que contiene rapeos sobre la violencia callejera. Llegamos así a la semilla de esperanza. Llegamos a 'Live on', donde Ben y Kano relatan sus orígenes y cómo consiguieron salir de ahí, a la vez que recuerdan a la gente que sólo es cuestión de "suerte" nacer en un barrio deprimido. El estribillo reza algo así:
"Everything will be okay, yes it will be, come tomorrow, we gonna see better days, no more sorrow".
("Todo estará bien, sí (lo estará), ven mañana, vamos a ver mejores mejores días, no habrá más dolor".)
Para dar el broche final encontramos 'Falling down' (en contrapunto, es mi tema menos preferido), que cuenta la vida de Ben desde un punto particular y de cómo hay que levantarse aunque se reciban muchos golpes.
'ill Manors', película y álbum, es una experiencia única. Podríamos decir, pues, que se trata del "undécimo arte", ya que suma el cuarto arte, la música, con el séptimo arte, el cine, pero evidentemente no es así.
Desde aquí animo a todo aquel interesado a que vea la película. Desgraciadamente para algunos, al no haber llegado a España, no se encuentra doblada. Sin embargo sí que está subtitulada (algo es algo), y es una de esas películas que no te dejan indiferente, contando historias que tal vez, hasta la fecha, no querían ser contadas. Puede ser tanto descargada como visionada de forma online.
Ficha:
País: Reino Unido.Año: 2012.
Director: Ben Drew (Plan B).
Reparto: Riz Ahmed, Ed Skrein, Natalie Press, Anouska Mond, Mem Ferda, Lee Allen.
Género: Drama, crimen, drogas.
Otras críticas:
· http://www.filmaffinity.com/es/reviews/1/609740.html· http://www.cinemarciano.com/ill-manors/
· http://conexiontravisbickle.blogspot.com.es/2012/12/critica-de-ill-manors.html
Sergio Peñas.
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